En estos días de juegos Olímpicos escuche de parte del comentarista deportivo Iván Mejía del programa radial “El pulso del Futbol” de Caracol Radio un comentario que me estremeció, entre otras cosas él mencionó “…Colombia no tiene representación en deportes de conjunto, los títulos obtenidos han sido en deportes individuales.” Refiriéndose a la participación de Colombia en los Olímpicos de Londres 2012.
Este comentario me sacudió y me llevó a reflexionar en esa dirección deportiva, pero me estremeció mucho más a lo que el Espíritu Santo me llevo a analizar en la situación actual de la Iglesia Evangélica en América Latina y mucho más en Colombia.
Colombia tiene representantes en todas las facetas del mundo moderno, dignos representantes del empuje y las ganas de sobresalir, tenemos artistas de la talla internacional y mundial de Shakira, Alex campos, tenemos deportistas que nos hacen sentir orgullosos y felices como, Ibarguen, Calle, Uran, Pajon, etc. Artistas como el Maestro Botero, científicos como Manuel Patarroyo y la lista es extensa. Pero para citar un solo ejemplo, el Futbol, que es la Pasión de muchos en nuestra nación, no nos ha brindado las alegrías y los títulos que esperaríamos todos los hinchas de la Selección Colombia. Estuve presente en el partido de la final de la única copa américa de la cual hemos sido campeones, sin desmeritar aquel titulo, pero en esa copa américa no participo Argentina y éramos anfitriones, de no haber ganado esa, no ganamos nada, nunca. De resto un 5-0 contra Argentina en el monumental ha sido nuestra mayor hazaña futbolística, comparada con aquel 4-4 contra Rusia.
¿Qué sucede con los colombianos que somos excelentes en lo individual, pero nos cuesta el trabajo en equipo? En lo deportivo, tendríamos que evaluar muchos aspectos que giran alrededor de los deportes de conjunto; pero como miembro del cuerpo de Cristo y líder de la iglesia observo la situación de la misma y me doy cuenta que no esta lejana de aquel panorama secular.
El ejemplo en cuanto a trabajo en equipo y más evidente es el de las Macro iglesias, han crecido porque han logrado desarrollar un excelente trabajo en equipo, es impresionante ver como las masas se movilizan en cada evento que realizan, no solo congresos, los cultos son un despliegue de una logística que cualquier organizador de eventos seculares envidiaría, y lo mejor y que más sorprende, es el trabajo de cientos de personas, muchas de ellas no cobran un solo peso de salario, lo hacen simplemente por amor a Dios y servicio como miembro de la congregación a la que pertenecen. Estas macro-iglesias han logrado algo que muchas denominaciones no han logrado, identidad entre sus miembros.
Haciendo diferencia entre el plano espiritual y el plano físico, y prestando atención al segundo (plano físico) en el caso de las macro-iglesias y las denominaciones tradicionales como Las Asambleas de Dios, Alianza Cristiana y Misionera, Movimiento Misionero Mundial, entre otros cientos que se han extendido en el territorio nacional e internacional; es de resaltar el trabajo coordinado por un pastor Director y su grupo de asesores que le rodean y que han logrado llevar la iglesia evangélica moderna a otro nivel. Es muy bueno el trabajo al interior de cada congregación, con el propósito de llevar el evangelio a la mayor cantidad de personas en el mundo buscando cumplir la gran comisión, pero todo se vuelve un desastre cuando buscamos unir estas macro-iglesias y denominaciones con un fin común (por ejemplo una vigilia o un tiempo de oración). Los celos afloran en la piel de cada líder o presidente de cada denominación y Macro-iglesia, que impiden que el cuerpo se pueda unir y caminar en una sola dirección, (aclaro que no busco el ecumenismo pues me refiero a las iglesias legalmente constituidas y que practican una doctrina Cristo-céntrica).
Me escandaliza ver que en este país y en el mundo entero, se movilizan en marchas comunes y en un mismo día hombres y mujeres a favor de un partido político, en contra de la violencia en el medio oriente, a favor del medio ambiente y en contra de la contaminación global, algunas marchas con fines que buscan proteger a los menos favorecidos o en contra de conflictos que atentan contra la paz mundial, pero otras marchas aberrantes también como la del orgullo gay, a favor del aborto, o a favor del matrimonio homosexual, entre otras tantas marchas (por no contar las que cada 8 días levantan los esporádicos usuarios de trasnmilenio en cualquier avenida en Bogotá).
Mientras permanezcan los celos personales entre los lideres de cada iglesia será imposible que los cristianos caminemos como un solo cuerpo y seguiremos descuartizados al mejor estilo de “Jack el destripador” y como al enemigo le agrada ver a los creyentes, el próximo 31 de octubre es el día de la Biblia el cual espero que podamos dejar los egos y celos ministeriales de lado y podamos ver a todos los cristianos de Colombia y el mundo entero movilizándonos en los pueblos y ciudades celebrando con orgullo que Jesucristo vive y pronto volverá, ¡ahora si! conciertos en todas las ciudades de los cientos de grupos de música cristiana que abundan hoy en todas las iglesias, seminarios y conferencias acerca de la biblia, entre otras actividades que impacten esta nación, unámonos y no dejemos la cabeza del cuerpo (que es Cristo) por fuera de esta celebración.
Les comento también que el próximo 6 de septiembre de 2012 CEDECOL invita a una congregación para tener un tiempo de oración en la plaza de Bolívar de Bogotá a partir de las 12 del mediodía, participemos todos.
Iván Bonilla.
